Eva Guerrero Zamudio, actuando como abogada querellante, obtiene condena de 20 años para un hombre acusado de abusar y violar a su hijastra. La sentencia, dictada el día de hoy por el 7° Tribunal de Juicio Oral en lo Penal de Santiago, no solo representa un logro sin precedentes en términos de duración de la condena por este tipo de delitos, sino también un testimonio del compromiso y la colaboración efectiva en el ámbito judicial de nuestro equipo de abogados.
La complejidad del caso se hizo evidente desde el inicio. La audiencia de juicio oral, que se extendió durante una semana completa, puso a prueba la habilidad y la calidad de Eva en este tipo de casos. El proceso judicial se centró en los delitos de abuso sexual y violación de una persona mayor de 14 años, cargos que requirieron una exposición meticulosa de pruebas y argumentos para asegurar una condena justa.
El trabajo preparatorio y la estrategia del caso fueron fundamentales para el resultado final. En este sentido, la destacada labor del abogado Nelson Salas Stevens durante las etapas iniciales del proceso penal fue crucial. Durante todo el proceso nuestro equipo de abogados realizó una exhaustiva investigación y recopilación de pruebas, estableciendo una base sólida que permitió avanzar con confianza hacia el juicio.
La colaboración entre nuestro equipo de abogados y el destacado fiscal de la Fiscalía de Género Felipe Cembrano Lasserre, experto en la persecución de delitos sexuales, fue un elemento clave en la resolución del caso. Esta sinergia no solo fortaleció la argumentación judicial, sino que también permitió una integración eficaz de los argumentos de perspectiva de género en el razonamiento del tribunal. Tanto el fiscal a cargo del caso, Felipe Cembrano Lasserre, como Eva Guerrero Zamudio destacaron por su enfoque en la dimensión de género, lo que resultó fundamental para el entendimiento y la condena del tribunal.
El 7° Tribunal de Juicio Oral en lo Penal de Santiago, en su sentencia, reflejó un enfoque comprensivo hacia los argumentos presentados, evidenciando la importancia de incorporar la perspectiva de género en los casos de abuso sexual. La condena de 20 años no solo responde a la gravedad de los delitos cometidos, sino que también destaca el impacto del trabajo colaborativo y la aplicación de enfoques progresistas en la justicia penal.